Irma Leyva
Mi nombre es Irma Leyva Sosa, siempre he sido luchadora social, gestora social dentro de mi comunidad, tengo casi 50 años de hacer ese trabajo. He participado en colectivos de búsqueda de personas desaparecidas; ayudo y oriento a madres que, como yo, tiene hijas e hijos desaparecidos. También participo en un comité donde ayudo a ver las problemáticas y orientar para conseguir la ayuda que se necesita.
Maricela Orozco
Mi nombre es Maricela Orozco Montalvo, vivía en Medellín, Veracruz. Pertenezco a la Organización de Búsqueda de Familiares María Herrera, al colectivo ReverdeSer y al Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México.
Desde los meses posteriores en que desapareció mi hijo ya no solo me dedicaba a buscarlo, también a ayudar a otras madres porque cuando se tiene a un familiar desaparecido el camino es muy difícil.
¿Qué les motiva?
¿Qué defiendes?
Siempre me pregunté “¿cómo se puede vivir con un hijo desaparecido?”. Después de una desaparición de un familiar, tienes que empezar a ubicar tu vida de nuevo. Yo me considero rebelde por naturaleza, desde la desaparición de Diego, mi hijo, el 11 de enero de 2007 no he parado en buscarlo y conseguir respuestas.
Yo pongo la denuncia al tercer día de la desaparición de Diego. Por mis medios comienzo a investigar dónde se le vio por última vez. Eso me lleva a la casa de una supuesta novia que tenía. Ahí ella me dice que la dejó en su casa y no supo más de él. Indago con sus amigos y al momento de hacer mi denuncia me asignaron un agente para “investigar”, pero en tres meses la contestación siempre fue “no hay nada”.
Le di al investigador los nombres, apodos de las personas involucradas y toda la información que yo había obtenido sola. En esas fechas me llaman a medianoche para pedirme salir de mi casa a encontrar un disco con información sobre lo que pasó con Diego.
En el disco había un video con el testimonio de un escolta del entonces procurador de justicia el estado, Antonio Martínez Luna, él lo mandó a desaparecer. Con el tiempo podía decir “no sé qué pasó”, quedarme con mi dolor porque no sé de dónde vino la desaparición, pero al saber que fue provocado por las mismas autoridades que nos deben dar protección pensé que no podía quedarme callada porque lo que le pasó a Diego le va a seguir pasando a cualquiera.
Irma Leyva
Yo tuve la ayuda de la organización a la que pertenezco y me gustó su forma de apoyar a las personas, aprendí a caminar así. Yo ayudo a las personas sobre cómo denunciar, qué deben hacer, qué deben pedir y a qué instancias deben acudir cuando viven la desaparición de un familiar.
Lo primero que exigimos es encontrar a nuestros seres queridos, luego justicia. Pero primordialmente pedimos encontrarles con vida, tenemos esa esperanza. Vamos a seguir en la lucha, mi día es ayudar a hermanas, madres, familiares porque me siento bien de ayudar a las personas con algo.
El secuestro y asesinato de mis hijos me llevó a este camino, no era algo que esperara o quería, desgraciadamente las circunstancias me llevaron a esto. Yo encontré a mi hijo, muerto, lo estuve buscando 3 años 9 meses; pero no puedo darme media vuelta, voy a seguir ayudando a las demás mamás y hermanas a buscar a sus seres queridos.
Maricela Orozco
¿Cuáles han sido las consecuencias por tu labor?
Me han enviado varias amenazas por investigar la desaparición de mi hijo. Uno de los señalados como responsable de la desaparición de Diego vive en la misma colonia que yo, quien también trabajaba en la procuraduría. Esta persona acostumbraba a intimidar a las personas, en una ocasión nos encontramos frente a frente, al final yo sentí que él se intimidó.
Cuando hablé con el general del cuartel, Sergio Aponte Polito, se dedicó a investigar el rancho donde supuestamente había estado Diego, pero no encontraron nada. En ese tiempo hubo una inteligencia increíble del cuartel para llegar a mi casa: gente vestida de civil cuidaban las esquinas y yo me daba cuenta que tenían horror de llegar a la puerta de mi casa; yo creo que todo el mundo temía por su vida.
El procurador Martínez Luna sale del puesto con muchos honores y, llega en su lugar otro procurador llamado Rommel Moreno Manjarrez que tampoco hizo nada. Cuando estuve hablando con él, se paró, pataleó, se levantó de donde estábamos y me dijo: “Yo con usted no vuelvo a hablar”. Pero así es, cuando yo decido hacer algo, lo hago porque considero que es lo correcto y no puedo quedarme callada. Como madre tengo que buscar y como las autoridades no responden pues que se haga público.
Yo hago mi trabajo sola y hubo un momento donde me acerque a una organización porque no es nada más el caso de Diego. En una conferencia de prensa los reporteros comenzaron a hacerme preguntas, yo contesté la verdad: la represión en PGR, en la procuraduría federal acá, todo fue represión.
Mi esposo sufrió una embolia a partir de la desaparición de Diego, ya no pudo trabajar porque era su propio jefe, es difícil, pero ahí la pasamos. Mis hijos sienten un distanciamiento porque la lucha me jala para una cosa y otra, pero hay que vivir y moverse al día.
Irma Leyva
Han matado y desaparecido a varias compañeras y compañeros. En una ocasión regresé a Veracruz, iba en taxi, me abrieron la puerta; yo pensé que me iban a matar, pero era un aviso. Nos han seguido saliendo de juzgados, nos han hablado, nos han amenazado que ya nos tienen ubicados, hemos tenido que cambiar teléfonos varias veces.
Sé que mi teléfono está intervenido, ya no se sabe si son las autoridades porque siempre nos criminalizan a nosotros, dicen que nuestros hijos estaban metidos en algo malo.
Desde lo que ocurrió con nuestros hijos, fui desplazada de Veracruz, no tuve ningún apoyo con las instancias habidas y por haber. La mañana que secuestran a mi hijo yo salí de casa, lo buscamos todo el día y en la noche mataron a mi otro hijo y mi yerno, desde ese momento ya no regresamos. Apenas pude sacar ropa para velar a mi hijo, pero no pudimos sacar nada de ropa, nada de cosas. Perdí mi casa, tuvimos que dormir una noche en una gasolinera, perdimos el trabajo y, más que nada perdí a mis hijos, entonces perdí absolutamente todo.
La familia se distanció, nos dio la espalda, pero una aprende a ver como familia a tus otros compañerxs, a tus compañerxs de dolor o lucha, ahí es donde nos sentimos más cobijados, más abrazados, como que hacemos familia con la madre que no es nada tuyo de sangre, pero sí de dolor.
Maricela Orozco
Consecuencias
¿Qué te motiva?
¿Cómo tener fuerza? Nunca se sabe de dónde sale. Para mí ser una luchadora social es ver por el bienestar de la gente que te rodea; ver necesidad y tener la facilidad de ir a exigirle al gobierno que por lo menos te ayude. No ando pidiendo favores, ni nada, exijo derechos.
Yo batallo para conseguir las cosas porque no me doblego. Disfruto enfrentarme a alguien y sacar las cosas que se necesitan. Hay en la vida tantas cosas injustas, son cosas pequeñas o grandes, pero injustas. No busco los problemas, no busco andar ahí, pero si me llegan pues hay que tratar de resolverlos.
Me motiva encontrar a mi hijo, tengo que seguir de pie. Voy a seguir luchando hasta que tenga el último halo de vida. Eso me tiene que fortalecer, seguir buscándolo.
Irma Leyva
Pienso que aunque ya no tenga a mis hijos, merecen que siga luchando, si ellos sufrieron, yo debo tener el valor para continuar.
Pasé un dolor muy grande, no quiero que otra madre pase por lo mismo, entonces voy a hacer hasta lo imposible por tratar de cambiar esto, que no siga habiendo desapariciones o secuestros, por la memoria a ellos.
Me gustaría vivir en el México de antes, cuando podíamos salir solos. Cuando era niña no pasaba nada, no lo apreciábamos, vivíamos bien, no había violencia.
Maricela Orozco
Esperamos que no haya corrupción e impunidad, para un mundo mejor.
Seguimos luchando para decirle al gobierno lo que está mal, no podemos seguir así.
¿En qué México quieres vivir?
Esta campaña se ha realizado con la ayuda financiera de la Unión Europea. El contenido es responsabilidad exclusiva de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. y Propuesta Cívica A.C. y en modo alguno debe considerarse que refleja la posición de la Unión Europea.